¿Qué onda?
La semana pasada en este espacio hablé un tanto sarcásticamente de lo que para mí significaba esta onda del “Bicentenario” (que ahora, la verdad, agradezco que se celebré porque ¡qué buen puente nos dio!), donde no guardé mucho respeto hacia nuestros “héroes patrios” ni a la realidad actual de nuestro país. Afortunadamente recibí varios comentarios por distintas vías, como siempre, algunos a favor, otros en contra; cosa que agradezco porque como siempre lo he dicho: la réplica nos hace complementarnos y no deja que esto sea sólo un monólogo. Pero bueno, ya me burlé de muchas cosas ¿y ahora qué?
Así como no idolatro a nuestros “libertadores” ni a nuestros “grandes políticos”, también no estoy muy de acuerdo con la postura de la gente que se la pasa criticando todo, que nada le parece, que creen que todo está mal, pero están aplastados sin hacer nada por intentar cambiarlo; creo que esta postura es hasta peor, porque al darse cuenta de la situación son aún más responsables de lo ocurrido si no hacen nada. Hoy les vengo a hablar de lo siguiente: de ser un “agente de cambio”.
¿Qué es ser un agente de cambio?
Para mí ser un “agente de cambio” es una persona que altera la monotonía a su alrededor a favor de tener una mejora. Es decir, un líder diferente a los demás, que ve una realidad en su ambiente que no está bien y lucha por cambiarla, y trata que los demás también se den cuenta de este problema y lo ayuden.
¿Qué se necesita para ser un agente de cambio?
Pues aunque suene tonto, prácticamente nada más las ganas de serlo; las ganas de salir del prototipo de los demás, de arriesgarse a ser diferente; el perder el miedo al qué opinarán los demás o a las burlas, el querer venir a este planeta a trascender y a realmente marcar huella en los otros y hacer de esto algo mejor; y no sólo venir a robar oxígeno y a sobrevivir por la vida. Se necesita agarrar el toro por los cuernos y no simplemente darle la vuelta esperando que alguien más lo haga.
¿Cómo ser un agente de cambio?
Es muy fácil. Para ser un agente de cambio no es necesario que cambiemos el mundo, que acabemos con la pobreza, que cubramos el hoyo en la capa de ozono, ni nada parecido. Se puede hacer a nivel pequeño, personal (que es tal vez el más importante). Siendo diferente en tu comunidad, apoyando que la gente use hojas de reúso, escuchando verdaderamente los problemas de la gente (no dándoles solo el avión o diciéndoles que la otra es una desgraciada) y ayudarles a salir adelante, pues a veces sólo necesitamos alguien que nos escuche y nos deje desahogarnos. También se puede hacer por medio de la ayuda al otro en lo que somos buenos, desde dar asesorías, si eres bueno para la escuela; hasta enseñar a otro a tocar algún instrumento o a bailar. Se puede lograr haciendo lo que te gusta: este blog es una de mis formas de ser agente de cambio, pues me encanta escribir aquí y desahogar mis ideas, pero si además estas pueden ayudar a abrir mentes de otros y ver un panorama más amplio, pues qué mejor. Si nos quejamos de nuestra situación actual, de que estamos llenos de gente corrupta, pues nosotros no lo seamos y desaprobemos al que lo sea, porque muchas veces hasta los idolatramos. Yo se que si has llegado hasta esta parte del “Lunes Profundo” de hoy, seguro ya te llegó una idea de cómo puedes contribuir a hacer esto algo más agradable, y cómo puedes tú ser un “agente de cambio”.
¿Por qué ser un agente de cambio?
Esta es tal vez la pregunta más difícil de responder, porque yo tengo una idea de por qué yo quiero ser un agente de cambio, pero cada mente es muy distinta. En lo personal yo lo hago porque creo que el mundo en el que estamos es perfectible (ojo: no digo que todo sea malo, también hay muchas cosas buenas) y que siempre estamos quejándonos de él, que siempre reclamamos a nuestros gobernantes nuestra situación, que siempre maldecimos al ladrón que nos asaltó; pero que pocas veces hacemos algo porque esto sea diferente. Además, tengo una razón me parece más importante: porque creo que si estamos en este planetita es por algo, sea cual sea nuestro origen; y aunque muchos pueden decir que tenemos un destino, otros que nosotros mismos lo hacemos, y muchos pensamientos en donde no nos pondríamos de acuerdo, todos tenemos algo en común: venimos aquí para ser felices, servir a los demás y hacer de esto algo mejor; no venir a destruir ni a nuestra casa, ni a los demás. ¿O ustedes se sentirán bien el día que se mueran y sus nietos les pregunten a sus hijos que qué hizo importante su abuel@ en esta vida, y les tengan que responder que sólo vinieron a robar oxígeno y no hicieron nada digno de ser recordado? A mí me daría mucha vergüenza que eso pasara. Seamos honestos, ¿qué tan diferente sería el mundo si ustedes no hubieran venido? El mundo seguiría tal vez muy parecido, pero ¿qué sería del mundo si Fleming no hubiera descubierto la penicilina? ¿Qué tan distinto sería del mundo si los ingleses no hubieran inventado el fútbol? ¿Cómo sería la música si los Beatles no hubieran existido? ¿Sabríamos que es la verdadera paz si Gandhi no nos lo hubiera enseñado?
¿Quieren ser inmortales? Pues ahí les dejo una opción para serlo…
un dia que no poodia dormir hice un ejercicio de positivismo de todos mis vecinos buscando la parte buena que podia encontrar en cada uno de ellos y me sorporendi que hasta los que me caian mas gordos tenian cosas buenas que los habian sacado adelante... a veces la manera de ver a la gente a nuestrro alrededor nos puede impulsar a verlos como seres humanos y no como enemigos, partiendo de eso se puede buscar un fin comun y empezar a trabajar por nuestra comunidad. me gusta mucho tu blog y ojalá sigamos todos aportando cosas e ideas a él bye atte:eugine
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